Por: Ana María Alba, Corporate and Business Communication en BASF
la diversidad como cultura organizacional
Hasta hace algunos años pensar en que la diversidad y la inclusión fueran prioridad dentro de las compañías, y que la implementación de acciones en este sentido impactara el funcionamiento y la productividad, era imaginable solo para unos pocos. Por fortuna, hoy es una realidad y cada vez en más empresas promovemos acciones e iniciativas para reivindicar su importancia estratégica dentro de la organización. Frente a esta “tendencia” la labor de las áreas de comunicaciones no es menor. Estoy convencida de que nuestra gestión es clave para que estas iniciativas se conviertan en políticas que trasciendan y permeen la cultura organizacional; y que a la vez impacten en la reputación de la organización.
la diversidad como cultura organizacional
Las cifras respaldan la contribución positiva que tienen los equipos ejecutivos diversos e inclusivos en los resultados empresariales de las compañías. Un ejemplo son las más recientes conclusiones de la consultora McKinsey. Estas aseguran quelas empresas con ambientes diversos e incluyentes tienen un 36% mayor probabilidad de ser más rentables financieramente; y cuentan con un 158% más de posibilidades de satisfacer las necesidades de sus clientes.
la diversidad como cultura organizacional
Esto no solo marca un camino positivo en términos de gestión, sino también para la reputación y para la marca empleadora, que contribuye a la atracción y retención del talento en las organizaciones. Sin duda, el reconocimiento público de la responsabilidad que como compañías estamos teniendo con la diversidad y, en esa misma línea, con la inclusión, suman a la construcción de una mayor humanización y de un alto compromiso hacia la transformación social.
¿Cómo responder al reto de hacer tangible la diversidad y la inclusión en las organizaciones desde la comunicación?
La diversidad como valor
Primero, es importante anotar que los mensajes de diversidad e inclusión no deben ser transmitidos únicamente en fechas especiales o como campañas independientes; ni dejar la responsabilidad de su divulgación exclusivamente al área de Recursos Humanos. Las políticas de compromiso con la diversidad y la inclusión deben ser un eje transversal en las estrategias de comunicación de la compañía; convirtiéndose en una característica que esté articulada con los valores, la misión y las acciones de las organizaciones. De esta forma se convierten en factores visibles tanto interna como externamente.
La diversidad como factor de mejora
Una vez estos mensajes trascienden, es clave promover una cultura en la que los empleados, como influenciadores naturales de las compañías, vivan y sientan estas prácticas como un atributo que mejora sus vidas dentro de la organización. Para fomentarlas, hoy existen formatos populares y herramientas útiles que permiten multiplicarlas de una manera diferente y más cercana hacia las audiencias externas y de interés. En este sentido, conocer los canales favoritos y los intereses de los empleados, será útil para brindarles piezas atractivas y afines a sus gustos: banners digitales, gifs y stickers; los cuales puedan replicar en sus redes sociales o incluso, en las aplicaciones de mensajería.
la diversidad como cultura organizacional
Ahora bien, la diversidad y la inclusión involucran diferentes factores, y como líderes de comunicación debemos participar de manera activa para abarcar soluciones de cambio y responder positivamente a cada una de las variables: género, orientación sexual, raza, diferencias sociales y culturales, entre otras.
la diversidad como cultura organizacional
Por ejemplo, impulsar comités de afinidad en las organizaciones para cada temática, abre la oportunidad de crear espacios de discusión e involucrar en la toma de decisiones a varios voluntarios de la organización. Además, permiten generar conexiones emocionales de quienes hacen parte, a través de la escucha y la construcción conjunta de iniciativas que respondan a sus intereses personales.
Más que una tendencia…
Finalmente, entender los contextos y coyunturas también es fundamental a la hora de plantear acciones e insertar los mensajes con este fin; ya que deben estar alineados a lo que legítimamente transmite y cree la organización para evitar caer en sesgos que puedan dar una imagen de oportunismo.
la diversidad como cultura organizacional
Implementar políticas y acciones a favor de la diversidad no debe verse como una tendencia; hoy en día es una necesidad aclamada por cada generación. Para la generación Z es apenas normal, para los millennials una obligación, para los X un deseo y para los baby boomers un atributo; todos la apreciamos de forma diferente, pero al final todos coincidimos en su importancia. El soporte de comunicación hará posible que estas políticas sean tangibles, respetadas y transformadoras; y que el sueño de la cultura diversa e incluyente sea una realidad.